Con más de 200 variedades de plantas medicinales y árboles nativos cuenta la huerta que la comunidad Ponotro mantiene en el terreno de Ana Yevilao Marihuen, en la comuna de Tirúa. Las plantas están aún pequeñas, pero dentro de dos años se espera que den sus primeros frutos. “Con las plantaciones forestales, las comunidades perdieron áreas importantes de hierbas medicinales y árboles nativos. Ahora los hemos ido recuperando y, de alguna forma, esto nos permitirá mantener nuestra cultura, nuestra identidad, y compartirla con los turistas. Además, significará un aporte económico importante”, señala la presidenta de esta comunidad.
Esta recuperación del Lawen, que en lengua mapuche significa espacio productor de medicina natural, forma parte del proyecto “Recuperación de un espacio eco-cultural medicinal” que impulsa la Corporación Nacional Forestal, CONAF, en las comunidades Ponotro y Francisco Namuncura, del sector de Quidico, en Tirúa, a través del Programa Orígenes.
Este proyecto tiene cinco objetivos. El primero, reestablecer un bosquete nativo con especies diversas tanto de interés, cultural, biológico y medicinal. En segundo lugar, recuperar un Lawen, con el propósito de disponer de un área de producción de hierbas y plantas medicinales. Cuarto, coordinar capacitaciones para la identificación, establecimiento, usos y tratamientos de las hierbas y árboles con fines medicinales. Y, por último, que la comunidad reconozca los agentes tradicionales medicinales mapuches, como la Machi y la lawentucheve o yerbatera.
Hace tres años, CONAF diseñó el Modelo Forestal Intercultural Mapuche, MOFIM, cuyo propósito es recuperar el sueño de las comunidades respecto a la madre tierra y a la biodiversidad. Bajo esa visión, es que los programas que CONAF aplica en las comunidades de las provincias de Arauco y Bío Bío, se adecuan a las necesidades de las mismas.
El encargado del Programa Orígenes en CONAF, Mauricio Véjar, explica que (la idea es que aquí expliques por qué se escogieron estas comunidades para el establecimiento de Lawen y cómo ha sido el trabajo con ellos)
La elección de las plantas para el Lawen resultaron de los talleres organizados por el Programa de Salud Intercultural llevado a cabo por el Consultorio de la Municipalidad de Tirúa. Allí las mismas comunidades decidieron plantar boldo, canelo, matico, culén, borraja, llantén, toronjil y limpia plata, entre otras.
Claro que cada comunidad dará un uso distinto a estas plantas medicinales, según su visión de negocios.
Esta recuperación del Lawen, que en lengua mapuche significa espacio productor de medicina natural, forma parte del proyecto “Recuperación de un espacio eco-cultural medicinal” que impulsa la Corporación Nacional Forestal, CONAF, en las comunidades Ponotro y Francisco Namuncura, del sector de Quidico, en Tirúa, a través del Programa Orígenes.
Este proyecto tiene cinco objetivos. El primero, reestablecer un bosquete nativo con especies diversas tanto de interés, cultural, biológico y medicinal. En segundo lugar, recuperar un Lawen, con el propósito de disponer de un área de producción de hierbas y plantas medicinales. Cuarto, coordinar capacitaciones para la identificación, establecimiento, usos y tratamientos de las hierbas y árboles con fines medicinales. Y, por último, que la comunidad reconozca los agentes tradicionales medicinales mapuches, como la Machi y la lawentucheve o yerbatera.
Hace tres años, CONAF diseñó el Modelo Forestal Intercultural Mapuche, MOFIM, cuyo propósito es recuperar el sueño de las comunidades respecto a la madre tierra y a la biodiversidad. Bajo esa visión, es que los programas que CONAF aplica en las comunidades de las provincias de Arauco y Bío Bío, se adecuan a las necesidades de las mismas.
El encargado del Programa Orígenes en CONAF, Mauricio Véjar, explica que (la idea es que aquí expliques por qué se escogieron estas comunidades para el establecimiento de Lawen y cómo ha sido el trabajo con ellos)
La elección de las plantas para el Lawen resultaron de los talleres organizados por el Programa de Salud Intercultural llevado a cabo por el Consultorio de la Municipalidad de Tirúa. Allí las mismas comunidades decidieron plantar boldo, canelo, matico, culén, borraja, llantén, toronjil y limpia plata, entre otras.
Claro que cada comunidad dará un uso distinto a estas plantas medicinales, según su visión de negocios.
Maribel Salamanca Leal
CONAF Región del Bío Bío
CONAF Región del Bío Bío
No hay comentarios.:
Publicar un comentario