viernes, 19 de marzo de 2010

Cañete supera lentamente el azote del desastre

Iba a ser un fin de semana normal, disfrutar con la familia, salir con los amigos o simplemente para descansar. Sin embargo, cuando el reloj marcaba las 03:34 am todo cambió... Un fuerte movimiento sacudió desde la Cuarta hasta la Décima Región.

Catastro

En Cañete, 68 casas resultaron totalmente destruidas unas 252 con daños mayores y más de mil 200 con daños de menor consideración. En materia vial, la Ruta que úne Cañete con Contulmo se llevó la peor parte. Resultando grietas de un metro de ancho con más de dos metros de profundidad.

En cuanto a servicios básicos, paralelamente al terremoto se cortaron la energía eléctrica y el agua. Esta última, trás desplomarse la copa del agua de la empresa Essbio.

Ya a medio día de ese 27 de febrero, ya comenzaba a asechar la idea del desabastecimiento, lo que se reflejó en las largas filas en las estaciones de servicio.

A diferencia de otras ciudades del país, aquí, una vez restablecido el orden en los supermercados, éstos abrieron sus puertas con resguardo policial, para evitar aglomeraciones y el caos.

Trabajo en Equipo

A sólo un par de horas de ocurrido el desastre, voluntariamente funcionarios municipales comenzaron a recorrer la ciudad para medir la magnitud de los daños.
Ya a primera hora se reuíó el Equipo de Emergencia Comunal, conformado por el Alcalde, la Jefa de la Dirección de Desarrollo Comunitario,Dideco, funcionarios municipales, Carabineros, Bomberos y la Asistencia Pública.

Restableciendo el agua en Cañete

La idea era coordinar los pasos a seguir. En esta oportunidad se sumaron vecinos de Cañete con la sola idea de colaborar. Quines hicieron suyo el problema del desabastecimiento de agua, comenzando a movilizar personal de trabajo para restablecer el recurso. a la par, Bomberos dispuso camiones algibe para abastecer de agua a la población, tanto urbana como rural.

Desde el primer minuto se comenzó con el retiro de escombros, luego fabricar una nueva pieza que se ensamblara a la matriz del río Tucapel, soldar y hacer tapones para desvíar el agua a través de un by pass. Después de 6 días de intenso trabajo, el equipo vio los frutos y paulatinamente se restableció el agua en la ciudad.

Esta es una medida paliativa, ya el restablecimiento definitivo podría ocurrir en un par de meses más, debido a los serios daños que afectaron a las matrices y el sistema subterráneo.

Ruta Alternativa

Por su parte, el Departamento de Obras Municipales junto a un funcionario de la Dirección de Vialidad, trabajaron con un solo objetivo, volver a conectar a Cañete con la Novena Región a través de la Ruta a Contulmo.

Con las nuevas maquinarias de la repartición municipal, se logró en una semana habilitar la vía. Ésto, permitiría el abastecimiento de combustible, de abarrotes y servicios básicos.

Recuperando la electricidad

Todos los caminos llegan a destino, dicen algunos, fue así como Frontel, por caminos secundarios como Pata de Gallina, logró movilizar desde la Isla Grandse de Chiloé dos generadores de alta potencia y un camión con combustible para el arranque, lo que permitió que volviera la energía a la ciudad.

Resguardando la Seguridad

Considerando, la situación crítica que afectó a gran parte del país y por supuesto a nuestra Provincia, era necesario, traer refuerzos para garantizar la seguridad en la comuna, ya que otras localidades cercanas no corrieron la misma suerte. Evitar los saqueos y la delincuencia era el objetivo.

Fue así como el jueves 8 de marzo, llegó a Cañete una avanzada de 27 militares al mando del Capitán Farías. Desde esa semana comenzaron a regir los toques de queda, tiempos que se han ido acotando, siendo por estos días entre las 23:00 y las 05:00 horas del día siguiente.

Llegó la Ayuda

Había que sortear la situación algún modo... Fue entonces cuando el Municipio decidió invertir recursos propios para ayudar a la comunidad, se compró alimentos, leche y materiales de construcción.

Con el paso de los días, y con la Ruta P-70 en condiciones, comenzó a llegar la ayuda, miles de kilos de fideos, harina, leche en polvo, litros de agua y leche líquida, las que se canalizaron a través de los dirigentes vecinales. Además aportes en frazadas, marquesas, colchones, carpas y donaciones de gente de nuestra comunidad. Personas que si bien fueron afectados con el terremoto, aportaron a otros que lo estaban pasando mal, sin casa, sin ropa y en el peor de los casos, con la pérdida de un ser querido. En tiempos de crisis, cuando la necesidad se hizo sentir, afloró la solidaridad, esa que en otras ciudades sucumbió ante el desorden y el pillaje.

(Comunicaciones Municipalidad de Cañete)

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