La copa, la copa, la copa... Es una palabra que se repite y repite en la intersección de las calles Tucapel y Segundo de Línea, a cuadras del centro de Cañete ¡Si hasta existe en el mismo punto un bar restorán que se llama "La Copa"! ¿No será mucho? Jorge Opazo da un rotundo "no".
"Para el día del terremoto yo fui a un casamiento; llegué a casa pasadas las 2 de la mañana y me puse a dormir hasta que llegó el terremoto; a duras penas me levanté y lo primero que hice fue ir a ver las dos copas de agua -pertenecientes a Essbío- que estaban al lado de mi casa y vi cuando una de estas se desplomó y el agua que tenía adentro -la supuesta friolera de un millón de litros- arrasó con todo... se metió a mi casa y alcanzó como 50 centímetros de alto... El agua botó el muro de una casa del frente e inundó otra casa. Fue tanto que hasta me corté la mano con un vidrio roto", manifestó Opazo, quien lleva 38 años viviendo en el barrio.
Todo un caso
Los más añosos vecinos de Cañete recuerdan que para el terremoto del sesenta, en el lugar había solo una copa y hace 15 años levantaron otra, justo la que colapsó.
"Esto lo veíamos de hace tiempo, lo peor de todo es que la copa que quedó en pie tiene fisuras y tenemos miedo que pueda caer sobre alguna casa o lo que es peor, ahogue a alguien o lo golpee", comentó Antonio Beltrán presidente del Comité Tucapel, flanqueado por Carmen Mardones, secretaria del grupo. "Aquí tienen que haber responsables", subrayó ella.
El grupo nació para hacerle frente a los peligros que podría originar la copa, uno de los problemas más graves que hubo durante el terremoto en Cañete. Todo un caso, fueron contadas las casas que se vinieron abajo. Ayer, en la comuna, la gente realizaba sus trámites como si aquí no hubiese pasado nada. Fueron mínimas las carencias de suministros.
La antena de celulares
Conversamos vía celular con Hugo Moreno, encargado de la copa en cuestión, y comentó que hay gente que quiere sacar dividendos del hecho. Agregó que "esto ocurrió al interior de un sitio perteneciente a Essbío", subrayó.
El contacto telefónico fue escueto, Moreno andaba realizando labores en Los Alamos, según explicó.
Junto a la copa desplomada hay una torre de antena celular que cayó junto a ella.
Todo un caso
Los más añosos vecinos de Cañete recuerdan que para el terremoto del sesenta, en el lugar había solo una copa y hace 15 años levantaron otra, justo la que colapsó.
"Esto lo veíamos de hace tiempo, lo peor de todo es que la copa que quedó en pie tiene fisuras y tenemos miedo que pueda caer sobre alguna casa o lo que es peor, ahogue a alguien o lo golpee", comentó Antonio Beltrán presidente del Comité Tucapel, flanqueado por Carmen Mardones, secretaria del grupo. "Aquí tienen que haber responsables", subrayó ella.
El grupo nació para hacerle frente a los peligros que podría originar la copa, uno de los problemas más graves que hubo durante el terremoto en Cañete. Todo un caso, fueron contadas las casas que se vinieron abajo. Ayer, en la comuna, la gente realizaba sus trámites como si aquí no hubiese pasado nada. Fueron mínimas las carencias de suministros.
La antena de celulares
Conversamos vía celular con Hugo Moreno, encargado de la copa en cuestión, y comentó que hay gente que quiere sacar dividendos del hecho. Agregó que "esto ocurrió al interior de un sitio perteneciente a Essbío", subrayó.
El contacto telefónico fue escueto, Moreno andaba realizando labores en Los Alamos, según explicó.
Junto a la copa desplomada hay una torre de antena celular que cayó junto a ella.
Vía La Estrella de Conce (Link)
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